jueves, 13 de noviembre de 2008

BEBETECAS

Cada día cobra mayor importancia el acceso del niño a la biblioteca y al mundo del libro para conocer el entorno que les rodea y estimular no solamente sus hábitos de lectura, sino también su imaginación. Aún así hasta hace tan sólo unos años el acercamiento de los más pequeños a la biblioteca era poco habitual, ante esto surge un nuevo concepto, las bebetecas.



La bebeteca es, según la definición de Mercè Escardó i Bas, un servicio de atención especial para la pequeña infancia (de 0 a 6 años) que incluye, además de un espacio y un fondo de libros escogidos para satisfacer las necesidades de los más pequeños y de sus padres, el préstamo de estos libros, charlas periódicas sobre su uso y sobre los cuentos, asesoramiento y una atención constante por parte de los profesionales de la biblioteca hacia los usuarios.

El acercamiento de los niños junto con sus padres a la biblioteca se está convirtiendo en una práctica cada vez más común, lo cual nos obliga a analizar una serie de factores tales como la distribución del espacio de la bebeteca, mobiliario, señalización y lo más importante, fondos con el fin de adecuarnos a todas las edades.



EL ESPACIO

Debe ser un espacio diferenciado que permita vincular a los bebés y a los padres con la literatura, siendo aconsejable que este esté situado en un lugar de fácil acceso desde la calle para los bebés y contando con toda la infraestructura necesaria, es decir, rampas de subida y bajada de cochecitos de bebés y un lugar para poder "estacionar" dichos cochecitos.

Este espacio debe ser cálido y confortable dotado con mobiliario y equipamiento adecuado que incite a la tranquilidad, para lo cual se necesitarán muebles ligeros, fácilmente transportables y con varios usos.

Para la distribución del espacio, sería aconsejable intentar que los niños y niñas se sientan identificados con el espacio eligiendo temáticas comprensibles y cercanas a ellos.

Es conveniente diferenciar los espacios a través de una buena señalización utilizando para ello carteles llamativos en sitios bien visibles o bien diferenciarlos a través de colores.

FONDOS

Debido a la gran variedad existente actualmente en el mercado, sería aconsejable realizar una selección de libros atendiendo a la estética, contenido y presentación.

Los formatos deberán ser más bien pequeños y con diferentes texturas siendo aconsejable que incluyan un juguete, sonido o movimiento para que el niño pueda interactuar con el libro.

Los libros deben ser atractivos, incluirán lo que rodea al niño en forma próxima y nuevas realidades que amplíen su mirada. Por esta razón se seleccionarán libros para oír, mirar, descubrir, escuchar, sorprender, de la vida cotidiana, etc...

Durante los dos primeros años los niños toman conciencia del mundo que existe a su alrededor a través de los sentidos donde lo importante no es el contenido de los libros, puesto que no tienen capacidad lectora, sino el entorno en el que toman contacto con ellos (un ambiente agradable, junto a sus padres).

En esta etapa los libros deben llamar la atención de los pequeños por lo que tienen que ser de colores vivos, agradables al tacto y sencillos de manejar. Son muy adecuados los libros sensoriales con texturas variadas y que permiten reproducir los sonidos. Complementarios a los libros son las cintas con rimas y canciones que les permiten explorar el lenguaje.

De dos a cuatro años el vocabulario del niño crece rápidamente con una estimulación adecuada. Mezclan la fantasía con la realidad y les gusta que se les cuente historias, por lo que son necesarios libros que despierten su curiosidad.

Los más adecuados son aquellos que a través de conceptos sencillos les muestran cómo es el mundo que les rodea, descubriéndoles fenómenos de la naturaleza o de su entorno más cercano (la vida en una ciudad, pueblo...). También aprecian mucho los libros que les permiten participar más activamente a través de juegos creativos.

A partir de los cuatro años y hasta los seis los niños sienten curiosidad por temas ajenos a su entorno habitual (otras civilizaciones, personajes fantásticos...) y al estar desarrollando su identidad individual buscan historias articuladas en torno a un personaje central y que, sobre todo, tengan un final feliz.

A esta edad disfrutan con las historias cómicas de fácil lectura y también con los libros ilustrados de cuentos.

NORMAS

Las normas de la bebeteca son las mismas que las de la biblioteca, intentando en todo momento no caer en el error de permitir a los padres dejar solos a sus hijos con total libertad.

Es aconsejable que el niño posea un carnet de lector ya que le ayudará a sentir la pertenencia a la biblioteca. Los datos que debe incluir dicho carnet son el nombre, apellido y foto del bebé. El usuario tendrá una ficha personal, que quedará en la biblioteca y será el registro de la historia lectora del niño porque allí se irán anotando los libros que lleve en préstamo.

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